El taller de arquitectura, ¿vieja innovación o culto a la tradición?
Palabras clave:
Taller de arquitectura, Diseño, Enseñanza, Método, Modelo, Pedagogía críticaResumen
Aunque duramente criticado –incluso en crisis, según apuntan algunos investigadores–el taller de arquitectura parece inmune a cambios radicales que atiendan a la vertiginosa transformación de nuestras sociedades en las últimas décadas. Como objeto de estudio, el taller cobra importancia porque, además de su centralidad en la enseñanza, hipotéticamente podría plantearse que muchos lo asumen como modelo educativo, es decir, bajo el supuesto de que sus componentes están preestablecidos de manera prescriptiva.
Se revisan alrededor de un centenar de documentos publicados en la última década, además de varios considerados clásicos, y de ellos se extraen regularidades empíricas particulares que caracterizan la modalidad del taller. Siempre que es
posible, se presentan las diversas conclusiones a que llegan los investigadores en sus estudios como polaridades, aunque lo que interesa es que, vistas en conjunto, dan cuenta que con frecuencia se entiende al taller como modelo, una ‘vieja innovación’.
Por el contrario, al mostrar que el taller es un método educativo –o que conviene entenderlo así–, se comprende que es posible adscribirse a diversidad de modelos, decisión que en primera instancia es del educador. Con base en las proyecciones que se han hecho para la evolución del taller de arquitectura, se concluye que una de ellas –aquella que propone estudiarlo pedagógicamente– posibilitaría, debido a la influencia que ejerce sobre las demás, que la innovación de este sistema sea efectiva y no aparente.