Una noción, un artefacto: el habitar situado

Resumo

Las estructuras y las situaciones tienen particulares y múltiples interdependencias que impactan en múltiples escalas y niveles de complejidad en el ‘espacio social’. La estructura espacial actúa condicionando y estandarizando las relaciones sociales, en tanto el espacio sensorial se recluye en la espontaneidad y cotidianeidad de las relaciones vitales de los cuerpos sociales.

Las formas de producción, reproducción y apropiación del espacio han resultado particularmente determinantes no sólo en la definición física y material de la ciudad, sino también en la construcción de la subjetividad social, alineando conductas y significaciones simbólicas con las ‘verdades’ del poder dominante. 

Superar las condicionantes estructurales, implica saltar del sujeto positivista –recostado en el análisis de la experiencia y lógica empírica– a un sujeto actuando en decursos históricos sobredeterminados, es decir el sujeto puesto en un contexto condicionado por sus devenires y experiencias. 

Es en este marco que resulta relevante analizar las posibilidades del sujeto en el proceso de producción, consumo y apropiación del espacio, dado que éste se vuelve un dispositivo estructural clave para la enajenación del cuerpo, pero a la vez contiene implícita la posibilidad de la emancipación. El espacio es opresor y transformador, dependiendo de las acciones y disputas que en él y por él desplieguen las comunidades urbanas. Este es el debate central: la disputa por las mediaciones que las ‘estructuras’ ejercen sobre los cuerpos sociales y las apropiaciones de las ‘situaciones’ que inciden sobre las alteridades e identidades de lo cotidiano.

Dos categorías, articuladas dialécticamente, surgen para caracterizar este cuadro de situación. El plano de las ‘representaciones situacionales’ donde se resuelven los sentidos y significaciones, ámbito de apropiaciones simbólicas normalizadas y también de resemantizaciones disruptivas que procuran legitimar renovados campos de sentido. Luego, el plano de las ‘espacialidades estructuradas’, que implica la disputa por las condiciones sociales de apropiación de los excedentes y las posibilidades de uso, inherentes y derivados, de los procesos de producción de las objetualidades generadas en el espacio urbano.

Es en este contexto que se propone un doble objetivo. Siguiendo a Lefebvre, el primero conlleva indagar en las implicancias teóricas de lo ‘cotidiano’, en tanto siguiendo a Foucault, el segundo objetivo explora una modelización conceptual-accional que buscará impactar en la disputa del ‘saber y poder’, exponiendo los conflictos inherentes a los procesos de producción, consumo y acumulación del espacio urbano. Esta exploración, fundante búsqueda y destino de esta investigación, se reconoce en la noción-artefacto de ‘habitar situado’.